Sinopsis

Sinopsis: Los Brujos de Ilamatepeque narra el trágico sino de los dos ex-soldados de Morazán que sucumben ante la ignorancia y la reacción del pueblo en que viven; el sometimiento forzado, la inutilidad en definitiva del gesto liberador (intento de alfabetización popular emprendido por los Cano), el planteamiento y el mensaje político-social, están plasmados rotundamente en la obra. Esta es una novela basada en hechos reales escrita por Ramón Amaya Amador en 1958 la cual describe la trágica caída de la revolución morazánica por la unidad de los países de Centroamérica buscando romper con la ignorancia del pueblo. La historia es sobre dos hermanos Cipriano y Doroteo que regresaron a su pueblo natal y al no ver cambios significativos en su pueblo decidieron hacer algo al respecto, buscando la superación de sus hermanos del pueblo, realizaron medicamentos naturales, impartieron clases a los jóvenes buscando sacarlos de la ignorancia al punto de llegar a ser reconocidos en el lugar debido a el conocimiento que tenían pero la ignorancia del pueblo los llevo a realizar una falsa acusación en la cual indican que los hermanos son brujos y que tienen un pacto con el diablo, que son capaces hasta de convertirse en animales lo cual provoca que los lleven a juicio al no tener mucho conocimiento y la iglesia tener un gran poder sobre un pueblo supersticioso provocan el fusilamiento de los hermanos alegando lo antes expuesto y que tenía ideas revolucionarias como el entonces fallecido Francisco Morazán.

Recursos literarios

 En su obra "Los brujos de Ilamatepeque", Ramón Amaya Amador utilizó diversos recursos literarios para enriquecer su narrativa y transmitir su mensaje. Algunos de los recursos literarios que se pueden identificar en la novela son los siguientes:

Realismo social: La novela se enmarca dentro del realismo social, en el que se muestra de manera cruda y directa la realidad socioeconómica y política de Honduras en la época. Amaya Amador retrata la explotación laboral, la opresión de los campesinos y las luchas de poder en el contexto rural del país.

Descripción vívida: El autor utiliza descripciones detalladas para crear imágenes vivas en la mente del lector. A través de sus palabras, se pueden visualizar los paisajes, los personajes y las situaciones de manera muy concreta.

Diálogos auténticos: Los diálogos en la novela reflejan el habla coloquial y el lenguaje característico de los personajes y la región. Amaya Amador utiliza el lenguaje popular y local para dar autenticidad a las conversaciones y resaltar la identidad de los personajes.

Uso del regionalismo: El autor incorpora términos y expresiones propias del habla y la cultura hondureña. Esto no solo le da autenticidad al relato, sino que también muestra la diversidad lingüística y cultural de la región.

Simbolismo: Amaya Amador utiliza símbolos y metáforas para transmitir significados más profundos. Por ejemplo, el río Ilamatepeque puede representar tanto la fuerza y la vida como la opresión y la muerte, dependiendo del contexto en el que se mencione.

Ironía y sarcasmo: El autor emplea la ironía y el sarcasmo para criticar la realidad social y política. A través de estos recursos, se resaltan las contradicciones y las injusticias presentes en la sociedad hondureña.

Estos son solo algunos ejemplos de los recursos literarios utilizados por Ramón Amaya Amador en su obra "Los brujos de Ilamatepeque". Cabe mencionar que su estilo se caracteriza por su enfoque realista y su compromiso con la denuncia social, lo que le permite crear una narrativa potente y significativa.

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